sábado, 26 de mayo de 2012

Comprar, decorar, planificar….

Como les dije antes soy Ingeniero Industrial, me viene en la sangre y se me da muy bien esto de planificar, y 9 meses de espera me da la ilusión de concretar un proyecto que era tener todo listo y perfecto para la llegada de Gabriel.

Los que me conocen pueden dar fe que hay dos cosas que me encantan “viajar y comprar como loca”, y estar embarazada me dio una excusa perfecta para hacer ambas cosas.

Apenas tenía 12 semanas de embarazo cuando compre los boletos aéreos para ir a Atlanta a comprar las cosas para Gabriel, empecé a buscar la lista de compras de mis amigas y a armar mi propia lista, que emoción, que ilusión poder comprar las cosas para mi bebé.

Al fin llego la semana 21, mes de febrero y viajamos a Atlanta junto con Andreina (mi sobrina quien supuestamente nos iba a ayudar a traer las cosas que compráramos y a quien tuvimos que traerle cosas en nuestras maletas pues compró más que nosotros)  y llegamos a casa de nuestros amigos Othmans y Julianne, hacía un frío de terror, pero ni eso, ni el cansancio mermo mis ganas de comprar.


En Atlanta durante las compras de Gabriel


Fueron jornadas largas, pero muy productivas. Compre todo lo que pensé que necesitaba y en las cantidades que necesitaba, luego el día a día con Gabriel (luego de su nacimiento) me fue dando la idea de lo que realmente necesitaba comprar, ¡sí, lo confieso!, compre de más, pero fue un lujo que me di en ese momento y que no volverá a pasar (eso era lo que le decía al gordo cada vez que veía las facturas de las tiendas).

Decorar también fue súper divertido, aunque fue casi en las últimas semanas que pude decorar la habitación, fue una actividad que planifique minuciosamente, medí, vi, comparé, volví a medir, busque precios, vi diferentes opciones, convencí al gordo… ¡todo, hice todo!, imaginando siempre la habitación como ese espacio que compartiríamos con el bebé, en donde jugaría, dormiría y crecería.

En fin medí mucho, vi mucho, planifique mucho y cuando llegó el momento de poner todo dentro de la habitación las cosas no cabían, nada era como lo había planificado, todo era un caos para mi, y además sentía que se acababa el tiempo y que Gabriel iba a nacer ¡ya! y no iba a tener ni donde dormir, “una drama queen pues”, gracias a mi gordo que siempre tiene un don de pacificador y solucionador de problemas, todo se resolvió, todas las cosas se pudieron meter en la habitación y cada vez se fue pareciendo más a lo que tenía en mente.

Aquí el resultado


Vista Lateral

La camacuna con los regalos de bienvenida de Gabriel

EL Mural de la Habitación

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