jueves, 31 de mayo de 2012

Y ahora qué?

Mi experiencia con niños, antes de Gabriel, se limito únicamente a verlos en foto y a saludarlos mientras sus madres los cargaban (es decir, no sabía nada de nada), siempre pensé que el instinto de madre y la naturaleza me ayudaría con la crianza, sin embargo, decidí prepararme para ese momento.

Mi preparación fue larga, planificada y concienzuda, tenía todo lo que imagine podía necesitar, leí libros y artículos, compartí experiencias con mis amigas… sentía que estaba lista; pero realmente fue solo una sensación, pues no estaba lista para lo que pasaría después del nacimiento de Gabriel.

Luego de pasados los primeros días en donde tantas emociones me embargaban, tuve un choque con la realidad, la realidad de amantar por primera vez sin tener la más mínima idea de lo que estaba haciendo, la de cambiar pañales una y otra vez (sin saber tampoco lo que estaba haciendo), la de alimentar a un bebé que quería dormir, o de tratar de dormir a un bebé que quería comer… bueno un caos total, lo poco que pensé que sabía se vino al piso.

Afortunadamente siempre hay gente a mi alrededor que me ayuda, mi gordo y mi mamá fueron esenciales para mi en ese momento, gracias a ellos y la familia del gordo, Gabriel ha podido sobrevivir todo este tiempo en manos de una mamá primeriza como yo.

La llegada de Gabriel es un hito en mi vida, nada volverá a ser como antes, tampoco deseo que sea así, mi vida de ahora es un caos, paso las 24 horas del día corriendo pero son 24 horas felices.
Lo que aprendí en los primeros meses de vida de Gabriel:

  • Dar pecho es una actividad que requiere preparación y apoyo del entorno (luego tendré una entrada para profundizar en el tema)
     
  • Todas las personas saben más que uno sobre bebés, por lo que debemos escuchar y recibir de la mejor manera todos los consejos que nos dan, sin embargo, debemos confiar en nuestros instintos y hacer con nuestros hijos lo que creamos más conveniente.
     
  • Cambiar pañales es una actividad altamente especializada que sólo se domina con mucha práctica (jejejeje)
     
  • Siempre dicen que uno debe tratar de descansar mientras el niño duerme, pero pensándolo bien me doy cuenta que si el bebé como cada 3 horas, uno tarda una hora en darle de comer, media hora sacándole los gases y la otra hora y media haciendo las cosas que hacías con tu vida antes del bebé (cocinar, comer, lavar teteros, bañarse)… pues no queda mucho tiempo para descansar.
     
  •  Mi cuerpo JAMÁS volverá a ser el mismo (debo repetirlo mil veces para entenderlo)
     
  • Entre todo el caos, el cansancio, el sueño y la lloradera, es una etapa hermosa, muy corta que pasa volando, por lo que debemos valorarla y tratar de “disfrutarla” de la mejor manera posible.
     
  • Mi mejor consejo es que si Gabriel pudo sobrevivir a mí (como madre) cualquier niño lo hará, no importa que tan desastrosa sea su mamá.

Gabriel en su 1er mes


El Nacimiento de Gabriel

El día que nació Gabriel había mucha gente a nuestro alrededor acompañándonos y esperando ese momento anhelado por todos, el gordo pudo entrar al quirófano y ver de primera mano todo el nacimiento, luego lo dejaron pasar a ponerle el primer pañal y darle calor para que se adaptara mejor a su nuevo medio.

Yo por otro lado trataba de recuperarme de la cesárea, que no fue para mí una experiencia agradable ya que tuve un pequeño inconveniente que me dejo con la vista nublada unas cuantas semanas…. Pero eso no empaño ese primer encuentro con mi Gabo, tenerlo en los brazos me hizo entender muchas cosas:
  • Me hizo valorar el amor que me tiene mi mamá, siempre supe que mi mamá me quería (y mucho; siempre lo demuestra), pero sólo en ese momento comprendí como es el amor de una madre, es infinito, es puro, incondicional, es único… y desde entonces he tratado de valorar cada minuto que comparto con mi mami.
  • También me hizo entender lo que es el amor de pareja, ese amor tan grande que siento por mi gordo y el cual dio fruto a ese ser tan maravilloso, que llena cada segundo de mi existencia.
  • Hizo comprender que es el amor, el amor mas allá de mi, el amor mas allá de la vida… ese mismo amor que siente Dios por nosotros y que permitió que tanta felicidad llegara a nuestra familia.
Gabriel fue los primeros días de su vida un bebé muy tranquilo, poco lloraba y dormía perfecto, yo quería despertarlo para jugar con el, sentía que era indefenso ante todo, era tan pequeño pero tan hermoso, que juro que mis ojos no han visto una cosa mas hermosa que él (son los ojos de madre).

Todos los “cliches”, toda la cursilería me acompañan desde ese entonces, creo que es toda la cosa hormonal que nos hace así, pero no importa, acepto que ahora soy así y sin dudas, más allá de los inconvenientes; puedo dar fe que el día que nació Gabriel fue uno de lo mas felices y hermosos de mi vida.

El gordo con Gabo

La primera foto de mi Gabo

Mi primer intento con la lactancia


sábado, 26 de mayo de 2012

Comprar, decorar, planificar….

Como les dije antes soy Ingeniero Industrial, me viene en la sangre y se me da muy bien esto de planificar, y 9 meses de espera me da la ilusión de concretar un proyecto que era tener todo listo y perfecto para la llegada de Gabriel.

Los que me conocen pueden dar fe que hay dos cosas que me encantan “viajar y comprar como loca”, y estar embarazada me dio una excusa perfecta para hacer ambas cosas.

Apenas tenía 12 semanas de embarazo cuando compre los boletos aéreos para ir a Atlanta a comprar las cosas para Gabriel, empecé a buscar la lista de compras de mis amigas y a armar mi propia lista, que emoción, que ilusión poder comprar las cosas para mi bebé.

Al fin llego la semana 21, mes de febrero y viajamos a Atlanta junto con Andreina (mi sobrina quien supuestamente nos iba a ayudar a traer las cosas que compráramos y a quien tuvimos que traerle cosas en nuestras maletas pues compró más que nosotros)  y llegamos a casa de nuestros amigos Othmans y Julianne, hacía un frío de terror, pero ni eso, ni el cansancio mermo mis ganas de comprar.


En Atlanta durante las compras de Gabriel


Fueron jornadas largas, pero muy productivas. Compre todo lo que pensé que necesitaba y en las cantidades que necesitaba, luego el día a día con Gabriel (luego de su nacimiento) me fue dando la idea de lo que realmente necesitaba comprar, ¡sí, lo confieso!, compre de más, pero fue un lujo que me di en ese momento y que no volverá a pasar (eso era lo que le decía al gordo cada vez que veía las facturas de las tiendas).

Decorar también fue súper divertido, aunque fue casi en las últimas semanas que pude decorar la habitación, fue una actividad que planifique minuciosamente, medí, vi, comparé, volví a medir, busque precios, vi diferentes opciones, convencí al gordo… ¡todo, hice todo!, imaginando siempre la habitación como ese espacio que compartiríamos con el bebé, en donde jugaría, dormiría y crecería.

En fin medí mucho, vi mucho, planifique mucho y cuando llegó el momento de poner todo dentro de la habitación las cosas no cabían, nada era como lo había planificado, todo era un caos para mi, y además sentía que se acababa el tiempo y que Gabriel iba a nacer ¡ya! y no iba a tener ni donde dormir, “una drama queen pues”, gracias a mi gordo que siempre tiene un don de pacificador y solucionador de problemas, todo se resolvió, todas las cosas se pudieron meter en la habitación y cada vez se fue pareciendo más a lo que tenía en mente.

Aquí el resultado


Vista Lateral

La camacuna con los regalos de bienvenida de Gabriel

EL Mural de la Habitación

viernes, 18 de mayo de 2012

Y ahora los 9 meses


Hacerme un in vitro para quedar embarazada hizo que los 9 meses fueran eternos, mi preparación hacía la maternidad empezó desde antes de estar embarazada, pero la experiencia de estar embarazada fue tan hermosa que no importa lo largo que haya sido.

Estar embarazada para mi fue genial, puro consentimiento, puro amor, pura amabilidad, la reina del mundo pues! Jejeje, yo muy orgullosa de mi barriga, apenas me enteré que estaba embarazada y empecé a engordar y a utilizar mi ropa materna.

Aquí en el Parque La LLovizna con apenas 3 meses de embarazo




Engordé 17 kilos en total. Si, ya se es más de lo recomendable, pero fueron 17 kilos de felicidad, bueno... no solo de felicidad… mas bien fue bastante chocolate, nuttela, pirulin, arepas, comida chatarra, tortas y postres de mi mamá,.

Pues si!!!  ME CONFIESO, me encanto engordar y comer cosas ricas y no sentirme culpable, ya que entre mas me crecía la panza mas feliz y bella me sentía.






Una de las imagenes tomadas durante mi sesión de fotos con Liliana Lamata



Claro que tuve todos los malestares típicos del embarazo y que en muchas oportunidades me he quejado de ello, pero miro hacía atrás, lo recuerdo y todo lo malo desaparece.

Hoy día añoro tanto estar embarazada que muchos piensan que quiero estar embarazada de nuevo… pero como dice mi sobrina Andre “Tía, no sabes que tus embarazos afectan la vida de todos en esta familia?” jejeje, así que no importa lo rico que sea estar embarazada, creo que ya pase esa etapa y que ahora me queda disfrutar de mis hermosos hijos.

En fin, lo mejor de estar embarazada es siempre la ilusión de que lo mejor esta por venir, y créanme es así!!!

El camino hacia la maternidad


“Todos los caminos conducen a Roma, algunos caminos son mas fáciles que otros, pero todos llegan al mismo lugar”, palabras más, palabras menos, fueron las de  Vicente (mi ginecólogo) esa tarde de julio de 2009, luego de algunos exámenes y una laparoscopia exploratoria que concluyeron “Infertilidad primaria por factor tubárico, el tratamiento es una fecundación in vitro para poder quedar embarazada” ... se preguntaran al igual que yo qué es eso? Qué significa? Pues yo no lo entendí muy bien, no en ese momento, a pesar de las múltiples y acertadas explicaciones de Vicente, mi mente estaba nublada, los sentimientos no me dejaban razonar, solo pensaba “¿Por qué a mi?, ¿Qué hice de malo?” y luego lo entendí...

No hice nada malo, y el porque solo Dios lo sabe, ese fue el camino que me tocó vivir a mi para llegar a ser madre, no fue un camino fácil, pero fue muy hermoso, en ese camino me acompaño mi gordo, mi mamá, mi suegra, mis hermanos, mis cuñadas, mis amigos, mis médicos… todos me dieron su solidaridad y ayudaron que este proceso fuera exitoso desde su inicio.

Una experiencia sin lugar a dudas que jamás podré olvidar: el 12 de septiembre inicie la estimulación hormonal, el 26 de septiembre me estaban implantando dos óvulos fecundados, y el 9 de octubre teníamos el resultado “POSITIVO” y así fue como formamos parte de la estadística, sólo el 40% de los in vitro son positivos en mujeres menores de 30, ya tenia a mi alrededor amigas con resultados negativos, pero nosotros fuimos bendecidos y con solo un intento, solo unos meses después de aquella horrible tarde en el consultorio de Vicente, ya había en mi vientre un hermoso bebé, sin lugar a dudas un milagro de la ciencia.


Los dos ovulos fecundados que me implantaron



A mis amigas que pasan por este trance les digo:

  • La infertilidad en ningún caso es definitiva, hoy la ciencia ha tenido tantos avances que es posible tener bebés en las situaciones más diversas que se puedan imaginar.


  • En Venezuela existen excelentes doctores y clínicas preparadas para los casos de infertilidad.

  • Rodéense de gente positiva que los ayude a pasar por esta situación,esto es un factor de éxito.

  • Vean esta experiencia como algo positivo entre todo lo negativo que pueda tener.
  • Tengan fe que todo saldrá bien, no importa cuántas veces lo tengan que intentar, siempre valdrá la pena.

La idea de la maternidad


La idea de la maternidad para mi siempre fue lejana, ajena… no tenia mucho que ver conmigo, pues para empezar el matrimonio, la familia tampoco era parte de mis planes.  En mi mente solo estaba la idea de estudiar, graduarme, ser exitosa en mi trabajo e independiente en mi vida.

Ese era en plan, pero como sucede en todo plan, uno se consigue con imprevistos que debe sortear, a mi me sucedió un afortunado imprevisto que se llama Miguel (mi esposo, mi gordo) a quien conocí en julio de 2004 y a quien inmediatamente atesore como un gran amigo.  El tiempo y las cosas que compartimos hicieron que el sentimiento de amistad se transformara hasta lo que hoy es un amor incondicional.

Él fue quien me hizo replanificar mi vida, pensar en la familia, en la idea de ser madre, en la idea de trabajar y esforzarme no solo por mi, sino por mis hijos y es gracias a él que hoy tenemos una hermosa familia.

Por eso no quisimos esperar, y desde que nos casamos empezamos la búsqueda de hijos.

Aquí mi gordo y yo en nuestros tiempos de novios 
El Día de Nuestra Boda