Mi preparación fue larga, planificada y concienzuda, tenía todo lo que imagine podía necesitar, leí libros y artículos, compartí experiencias con mis amigas… sentía que estaba lista; pero realmente fue solo una sensación, pues no estaba lista para lo que pasaría después del nacimiento de Gabriel.
Luego de pasados los primeros días en donde tantas emociones me embargaban, tuve un choque con la realidad, la realidad de amantar por primera vez sin tener la más mínima idea de lo que estaba haciendo, la de cambiar pañales una y otra vez (sin saber tampoco lo que estaba haciendo), la de alimentar a un bebé que quería dormir, o de tratar de dormir a un bebé que quería comer… bueno un caos total, lo poco que pensé que sabía se vino al piso.
Afortunadamente siempre hay gente a mi alrededor que me ayuda, mi gordo y mi mamá fueron esenciales para mi en ese momento, gracias a ellos y la familia del gordo, Gabriel ha podido sobrevivir todo este tiempo en manos de una mamá primeriza como yo.
La llegada de Gabriel es un hito en mi vida, nada volverá a ser como antes, tampoco deseo que sea así, mi vida de ahora es un caos, paso las 24 horas del día corriendo pero son 24 horas felices.
Lo que aprendí en los primeros meses de vida de Gabriel:
- Dar pecho es una actividad que requiere preparación y apoyo del entorno (luego tendré una entrada para profundizar en el tema)
- Todas las personas saben más que uno sobre bebés, por lo que debemos escuchar y recibir de la mejor manera todos los consejos que nos dan, sin embargo, debemos confiar en nuestros instintos y hacer con nuestros hijos lo que creamos más conveniente.
- Cambiar pañales es una actividad altamente especializada que sólo se domina con mucha práctica (jejejeje)
- Siempre dicen que uno debe tratar de descansar mientras el niño duerme, pero pensándolo bien me doy cuenta que si el bebé como cada 3 horas, uno tarda una hora en darle de comer, media hora sacándole los gases y la otra hora y media haciendo las cosas que hacías con tu vida antes del bebé (cocinar, comer, lavar teteros, bañarse)… pues no queda mucho tiempo para descansar.
- Mi cuerpo JAMÁS volverá a ser el mismo (debo repetirlo mil veces para entenderlo)
- Entre todo el caos, el cansancio, el sueño y la lloradera, es una etapa hermosa, muy corta que pasa volando, por lo que debemos valorarla y tratar de “disfrutarla” de la mejor manera posible.
- Mi mejor consejo es que si Gabriel pudo sobrevivir a mí (como madre) cualquier niño lo hará, no importa que tan desastrosa sea su mamá.
Gabriel en su 1er mes |