Leí esto hoy, y con motivo de celebrarse la semana mundial de la lactancia materna quise retomar mi blog, por lo que les comparto esta maravillosa lectura...
Estábamos sentados a la hora de almuerzo cuando
mi hija casualmentemencionó que ella y su marido
estaban pensando en "formar una familia". "
Estamos haciendo una encuesta", bromeó! "¿Crees
tú que debería tener un bebé?""
Te va a cambiar la vida" dije yo, manteniendo un
tono neutral.
" Ya sé" dijo ella, "no más
dormir el fin de semana, no más vacaciones espontáneas",
pero no era a eso a lo que yo me refería.
Miré a mi hija, tratando de decidir qué decirle.
Quería contarle que las heridas físicas de
tener un bebé sanarían, pero convertirse
en madre le dejaría una herida emocional tan grande
que la haría para siempre vulnerable. Quería
decirle que nunca más leería el diario sin
preguntar:
"¿y si ese hubiera sido MI hijo?".Que
cada caída de avión, cada casa que se incendia,
cada accidente de tránsito la van a perseguir.
Que cuando vea una foto de un niño hambriento,
se preguntará si no hay nada peor en la vida que
ver a tu propio hijo morir.
Miré sus manos con manicure y su perfecto traje
de dos piezas y pensé que sin importar cuan sofisticada
es ella, convertirse en madre la reducirá al nivel
más primitivo donde lo más importante es
proteger a su crío.
Que el llamado urgente de "mamá!!!" le
hará quebrar su fuente de cristal más fino
sin siquiera dudarlo.
Me gustaría advertirle que sin importar cuantos
años ha invertido en su carrera, serán descarrilados
por la maternidad.
Podrá contratar una nana, pero algún día
tendrá que ir a una importante reunión y
recordará el dulce olor de su bebé. Tendrá que
endurecer su corazón para no volver corriendo a
casa, solo para asegurarse de que está bien.
Quería decirle a mi hija que las decisiones comunes
de cada día ya no serán rutina. Que la decisión
de un niño de 5 años de ir al baño
de varones en Mc Donald's en vez de el de mujeres será un
problema gigante.
Allí, en medio de las bandejas y los gritos de
otros niños, los asuntos de independencia e identidad
de género chocarán contra la idea de un pedófilo
esperando en ese baño de varones.
Cualquier decisión que tome en la oficina, la repensará constantemente
como madre.
Mirando a mi atractiva hija, le quería asegurar
que eventualmente perderá los kilitos de más
del embarazo, pero nunca más se sentirá igual
consigo misma. Que su vida, ahora tan importante, pasará a
segundo plano una vez que su bebé haya nacido.
Ahora que ella daría su vida en un momento por
salvar a su bebé, también comenzará a
pedir por más años de vida, no para cumplir
sus sueños, sino para ver los de sus hijos cumplidos.
Quería decirle que la cicatriz de la cesárea
y las estrías se convertirían en sus medallas
de honor.
La relación de mi hija y su marido cambiará,
pero no de la manera que ella piensa. Ojalá ella
entendiera cuánto más se puede amar a un
hombre que es cuidadoso para poner talco a su bebé o
que siempre tiene tiempo para jugar con él.
Quiero que sepa que se volverá a enamorar de su
marido por razones que ahora encontraría muy poco
románticas.
Quisiera que ella pudiera sentir el lazo que tendrá con
otras mujeres que han tratado de detener guerras, acabar
con los prejuicios y no manejar bajo los efectos del alcohol.
Quiero describirle a mi hija la felicidad que se siente
al ver a tu hijo aprender a andar en bicicleta. Quiero
capturar para ella la risita divertida de un bebé cuando
toca por primera vez el pelaje de un perrito o de un gato.
Quiero traspasarle esa alegría.
La mirada interrogante de mi hija me hizo notar lágrimas
en mis ojos. "Nunca te arrepentirás",
dije finalmente. Me acerqué a ella, apreté sus
manos y le deseé lo mejor, ya que había recibido
el más maravilloso de los llamados...
Doy gracias a Dios por haberme echo mamá y por la maravillosa familia que me ha regalado!.